"It is often the small, unnoticed citizen causes that prove the Internet's power as a catalyst for social change." 
Americas Quarterly Magazine The Policy Journal for our Hemisphere

Here is what really sets apart the current generation from previous ones: to make their dreams come true, our parents relied on collective action and political mobilization; we place a greater priority on individual effort and cyber networking.

In Latin America, our parents witnessed the rapid social change that came with the state-led industrialization of the 1950s and 1960s. They worried that the Cold War would trigger a nuclear holocaust. The outrageous inequalities between urban and rural life, or between bourgeois neighborhoods and the ring of shantytowns surrounding fast-growing cities, sparked an acute sense of injustice. They fell under the spell of Ché Guevara-like revolutionaries and paid for their political involvement with repression under thuggish military regimes. We were born while enduring the economic hardships of the “lost decade” but were raised with better standards of living in the relative economic stability of the last 15 years.

We certainly admire our parents. In comparison to theirs, our childhood was easy.

This story of slow but tangible progress brings a sense of moral responsibility that we must embrace: the preservation and expansion of a prosperous and inclusive society. Latin America is witnessing unprecedented middle-class growth. Today we encounter more opportunities than any previous generation but certainly not enough to satisfy the expectations bred by this progress. Our generation enjoys the highest levels of schooling ever attained. We have education, talent, energy, and ambition. Let’s see if society is ready to invite in our generation.

We have shaped our identity with tools never available before: the Internet allows for the proliferation of specific interests, instantaneous communication among peers around the world and widely-available information at scales never previously imagined. Needless to say, collective action has reinvented itself...

Parte importante del éxito de Jóvenes Líderes radica en como han logrado involucrar a los medios de comunicación y el liderazgo de su fundador Max Raide junto al exclusivo grupo de colaboradores y consejeros en América Latina.

Los jóvenes junto con los equipos de rescate se convirtieron en los protagonistas al acudir a cualquier actividad en pro de la reconstrucción de Chile luego de las graves consecuencias del sismo de 8.8 grados del pasado 27 de febrero que afectó varios poblaciones al  sur del país austral.

Más de 100 organizaciones humanitarias, entre fundaciones, brigadas, agrupaciones escolares y universitarias han vinculado en su mayoría a jóvenes para acudir a los heridos, muertos, entre otras personas victimas de esta catástrofe natural.  La cooperación juvenil chilena es un referente de lo que ocurre en América Latina. Una de las organizaciones insignia  es Jóvenes Líderes, red de iniciativas sociales que ha dado protagonismo a la juventud en el sur del continente.

Líder de exportación

Max Raide no sólo es un joven de 28 años, es un emprendedor por esencia y de una gran valentía que da la sensación de no temer a ningún reto. Quizás podría estar trabajando en uno de los mejores bufetes de abogados de Chile, o en algún departamento estratégico de un gran multinacional, pero para él esto no ocurrió. Decidió romper con lo tradicional y hace cinco años junto a un grupo de cien colaboradores creó el exitoso referente juvenil que lleva por nombre Jóvenes Líderes y que hoy integra a mas de quince mil estudiantes secundarios, universitarios y profesionales entre 16 y 30 años, con una característica que explica en parte su éxito: es independiente y transversal lo que genera un atractivo importante a las nuevas generaciones por sumarse a esta apuesta de un cambio social y buscar generar oportunidades para el desarrollo profesional y personal.

Es tal el éxito de esta organización al mando de Raide que es considerada un modelo innovador de gestión y eficiencia en la sociedad chilena, logrando incluso exportarla y establecerla en Argentina y da los primero pasos para llegar a Perú, Uruguay y Colombia.
La  actividad símbolo son los foros Conversando con Jóvenes Líderes, los cuales se llevan a cabo en distintas universidades chilenas y que  han logrado que más de seis mil jóvenes tengan la oportunidad de conversar con personajes tales como José Maria Aznar, ex Presidente de España; Horst Paulmann, fundador del Grupo Cencosud  Jumbo, Easy;  el famoso emprendedor Luis   Martínez de los carros Nuts4Nuts o el humorista ‘Coco’ Legrand y una larga lista de personajes del ámbito empresarial, social y público de Chile y del mundo.

Un trotamundos

Quienes conocen a Max Raide cuentan que siempre persigue una meta clara: lograr un cambio social que produzca mayores oportunidades para los jóvenes y que Chile sea finalmente un país desarrollado. Sus guías a seguir son Benito Baranda, director Social del Hogar de Cristo y el reconocido filántropo norteamericano David Rockefeller, con quienes tiene una relación especial, pero quien es considerado por algunas fuentes como su gran Consejero y "Padrino", es León Avayu, Presidente Honorario de Jóvenes Líderes y quien además encabeza através de Indumotora un imperio automotriz en Chile, representando a marcas como Subaru o Audi.

A Rockefeller lo conoció en un foro en Washington y desde esa oportunidad mantiene una relación constante. Incluso en una ocasión acompañó a Agustín Edwards, director del Diario El Mercurio – el más importante de Chile- a una reunión en Estados Unidos donde Rockefeller invita a la ‘crem de la crem’ política y empresarial norteamericana conocida como la Conferencia Anual del Council of the Americas. Ha sido reconocido por la Revista Caras Chile  como el emprendedor e invitado como uno de los 25 jóvenes líderes más influyentes de América Latina al Poder Forum, que organiza la Revista PODER en Miami. Recientemente fue uno de los 40 asistentes al selecto evento Young Leaders of Americas en Nueva York y premiado a finales del año 2009 por la Policía Chilena por su liderazgo y emprendimiento en las nuevas generaciones. Lo destacable es que a pesar de todos estos privilegios no deja de ser un joven sencillo, esforzado y perseverante.
Como un buen visionario sus próximos desafíos son consolidar Jóvenes Líderes en Argentina como ya lo ha hecho en Chile y lanzar el Circulo Social el cual busca ser el punto de encuentro de las 1.300 instituciones sociales chilenas que trabajan los temas de pobreza, desigualdad y educación con las nuevas generaciones para que juntos sean capaces de resolver los problemas sociales que hoy la sociedad austral no logra solucionar y paralelo a esto fundó el Grupo Liderazgo, institución privada que busca resolver los problemas del sector publico, privado, sindical, ambiental y los medios de comunicación. Quienes han participado de esto destacan el esfuerzo que ha significado lograr reunir a los representantes de todos esos sectores y sentarlos para buscar puntos en común, de tal manera de poder solucionar los puntos de conflicto.

Según lo expresa Maximiliano: “Si nosotros como jóvenes no somos capaces de aportar al país, buscando soluciones a los problemas que hoy existen entre los distintos sectores, que futuro vamos a ofrecerles a nuestros hijos, miren como Irlanda fue capaz de dejar romper con las diferencias ideológicas – religiosas para dar paso a una serie de acuerdos nacionales y hoy es un modelo de país socialmente desarrollado, con altos índices de educación y bajas tasas de desempleo y desigualdad”.

Parte importante del éxito de Jóvenes Líderes radica en como ha logrado involucrar a los medios de comunicación y siempre está buscando nuevas fuentes de información, incluso durante el 2007 tomó un master en periodismo pero la falta de tiempo por estar dirigiendo todas estas instituciones no le permitió seguir,  a pesar de ser una de sus grandes pasiones, ya que colabora como columnista con diarios y revistas dentro y fuera de Chile.

Finalmente, no podemos dejar de lado su cara más personal y ahí su pasión de un emprendedor sin límites, se mezcla por su fanatismo por la comida japonesa y el buceo que lo ha llevado a  conocer lugares únicos. Muy cercano a su familia, son sus hermanos más pequeños José Domingo y Juan Pablo,  su gran motivación y quienes lo conocen de cerca, dicen que son sus ojos y que todo lo que construye lo hace pensando en ellos para que en unos años más puedan desarrollarse de acuerdo a sus capacidades… en fin así como Sebastian Piñera actual Presidente de Chile fue la Locomotora en los 90, Maximiliano Raide se encamina a ser  el Tren del Futuro para Chile.

SOS Chile

No habían trascurrido 24 horas del sismo que tuvo como epicentro la ciudad de Concepción – 513 kilómetros al sur de Santiago de chile-, cuando el equipo de Jóvenes Líderes liderazdo por Maximiliano Raide a pesar de la dificultad de las comunicaciones empezó el llamado para hacer parte de una campaña para llevar alimentos a los afectados del terremoto.

El punto de encuentro fue el hipermercado Jumbo propiedad de Horst Paulmann en Santiago de Chile, y al mismo acudieron voluntariamente más de 1.000 jóvenes, de los cuales se seleccionó un grupo de 800, quienes durante la semana posterior al sismo donaron su tiempo, sus energías y sus ganas de cooperar en el inicio de un nuevo Chile. Como resultado de esta campaña se logró llenar trece camiones con más de 20 toneladas de alimentos para ayudar a los damnificados del sur. JMR

El objetivo de este artículo inicialmente era contar en detalle, los temas que se analizaron y quienes habían sido invitados al exclusivo Foro en que el Council of the Americas fundado por David Rockefeller llevaría acabo en Marzo en Nueva York. Se llamó los 40/40, los 40 jóvenes líderes que están influyendo en América Latina, menores de 40 años. Por Chile me tocó ser invitado junto con Marco Enriquez Ominami, ex candidato presidencial en el 2009 y en los tres días que duró el foro, la palabra desarrollo fue quizás lo que más se escucho.

Para nadie es indiferente las profundas desigualdades sociales, las débiles democracias y las inestables economías con que viven hoy día algunos países de la región y frente a esto se concluyo en la importancia de fijar una Hoja de Ruta hacia el Desarrollo, que fuera impulsada por los jóvenes, sin importar las diferencias políticas o sociales y con un alto grade de colaboración entre los países latinoamericanos. En conclusión, no muy distinto a los que en los 90 se llamó el Consenso de Washington y que para algunos países terminó siendo definitivamente, un karma. Chile comentaba un Asesor de Obama fue nuevamente la excepción a esto y pudo alcanzar en estos 20 años, niveles de Ingreso Per Capita, muy relevantes, dejando en claro la fortaleza de su economía y la solidez de sus instituciones.
Pero vino el Terremoto y Chile cambió para siempre. Toda nuestra solidez institucional se fue al suelo y lo más cercano que uno tiene en momentos así, “el celular”, quedo prácticamente vegetal. No había ningún tipo de comunicación telefónica en medio del desastre y la Televisión e Internet se habrían pasó para mostrar las dramáticas escenas de dolor y desesperación que muchos chilenos estábamos viviendo. Pero algo bueno ocurrió en medio del desastre y fue la existencia de las “Redes Sociales” tales como Facebook y Twitter, que poco a poco nos fueron conectando con nuestras familias, dejando una pequeña sensación de tranquilidad.

Lo relevante, de esto no fueron solamente los 20 Camiones de alimentos que enviamos en conjunto conJumbo, que llegaron temprano el día Martes a Concepción a pesar de las amenazas de saqueos y robos en el ingreso a esa ciudad, sino que más bien, como las Redes Sociales, que para muchos eran herramientas de ocio y pérdida de tiempo, hoy se abren como el primer canal de comunicación directa y efectivo dejando prácticamente en ridículo a los medios tradicionales como por ejemplo el teléfono fijo o el celular y es que, en simples palabras, no pudieron cumplir con su único objetivo por el cual fueron concebidos, que es“Comunicar”.